TRABAJO DE FAMILIAS

 

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El trabajo de familias se basa en la conexión y el respeto.

A todas las personas nos gustaría comenzar la vida con un cálida bienvenida; una bienvenida que nos permita saber que estamos conectados, que somos respetados, valorados y queridos tal y como somos. Nos gustaría que las personas que nos cuidan nos permitieran intentar experimentar de todo y que se queden con nosotros mientras descubrimos lo que necesitamos.

Cuando somos pequeños nos lleva mucho tiempo hacer que las cosas funcionen bien. Las personas adultas a nuestro alrededor, normalmente, tienen dificultades para comprender lo que estamos intentando comunicar o están distraídas con sus propios asuntos.   En el trabajo de familias formamos relaciones que hacen posible estar presentes con las personas jóvenes, que les permite mostrar completamente quienes son, lo que quieren y lo que están intentando descubrir.

Queremos que todas las personas jóvenes prosperen. El trabajo de familias consiste en permitir a las personas jóvenes tener acceso al proceso de desahogo desde el comienzo. (El problema no es ser dañados cuando somos pequeños; es que se nos frene las descargas emocionales que permiten la sanación de esas heridas).

El trabajo de familias para las personas adultas se basa en recuperar el proceso de desahogo completamente, estar cerca y conectar las unas con las otras. También queremos que cada padre, madre o persona cuidadora sea capaz de mostrar completamente su amor por las personas jóvenes.

Estar involucrado con personas jóvenes es un camino rápido a la re-emergencia (recuperar todo nuestro bien estar emocional). Conseguimos recuperar nuestra habilidad de jugar, de disfrutar de la vida, de construir conexiones con otras personas de todas las edades. Conseguimos seguir su liderazgo en los juegos. Conseguimos estar con ellos mientras desahogan. Mientras hacemos esto, las heridas que todavía no se han descubierto o en las que no hemos trabajado pueden saltar a nuestra vista de repente. Puede que nos sintamos aburridos, incómodos, o preocupados. Todas las angustias que tenemos se ven retadas al intentar conectar con las personas jóvenes.

De todas las culturas se pueden aprender cosas sobre cómo tratar bien a las personas jóvenes y a los padres. Sin embargo, los conocimientos básicos en el proyecto emociona sobre el desahogo, la conexión, y la lucha por nuestras mentes,  en muchas maneras choca contra de las prácticas tradicionales bajo las que hemos crecido.

Como padres y madres, personas cuidadoras de la primera  infancia, y personas aliadas, necesitamos insistir en ser tratados con respeto. Necesitamos pedir apoyo para el trabajo de crianza. Necesitamos construir apoyos para nosotros mismos y recuperarnos de esas heridas tempranas que nublan nuestro juicio y pensamiento.

También podemos enseñar a otras personas el trabajo de familias con un día de juego de adultos- las personas juegan juntas, se dan las unas a las otras “tiempo especial”, y desahogan sobre sus infancias. Durante este tiempo también pueden trabajar sobre las memorias infantiles tempranas y asistir a un taller de familias o a un día de juego de personas adultas y volver a las clases y desahogar los sentimientos que surgieron.

Las ideas principales del trabajo de familias se pueden enseñar en cuatro o cinco clases:

1ª Clase: Presentar las cinco grandes ideas.

  1. Tiempo especial. Un adulto dice, “Tengo “tanto” tiempo y voy a hacer lo que tú quieras”. Entonces, sigue las instrucciones de la persona joven. Hacer esto ofrece seguridad. Permite a la persona joven sentir la atención del adulto y comunicarse sin palabras, en el juego.
  2. Asistir a las personas cuando dejan de pensar y actúan grabaciones angustiosas. La sociedad, normalmente, castiga a las personas (con el aislamiento, intimidación, humillación, amenazas, o violencia) cuando actúan por patrones y causan enfado. Estas respuestas tan duras, puede que corten el comportamiento. Sin embargo, la lucha sigue por dentro, sin desahogar, y desconecta a la persona de las demás. En el trabajo de familias, cuando alguien actúa de manera rígida, interferimos, a menudo físicamente, para parar el comportamiento de patrones. Entonces, nos quedamos cerca y ofrecemos nuestra atención. Esto permite a la persona desahogar el patrón que ha interferido con su pensamiento flexible y su comportamiento.
  3. Jugar con las personas jóvenes y prestarles atención a ellas y a su juego. Seguimos las indicaciones de la personajoven. Buscamos maneras de mantener el juego activo. Queremos que la persona joven lo pase bien. Queremos conectar de tal manera que la tensión se pueda desahogar- con risas, temblores, berrinches, o lágrimas. Jugar al rol menos poderoso puede contradecir los sentimientos de impotencia de la persona joven. Con personas jóvenes más seguras, lo que provoca la risa es crear unas condiciones en las que la persona joven se tenga que esforzar, pero que gane al final.
  4. Quedarse con las personas cuando están desahogando. Cuando las personas jóvenes empiezan a enfadarse, nos aseguramos de que están a salvo. Entonces escuchamos con cariño yatención mientras desahogan. Este paso no es fácil. A todas las personas se nos ha condicionado para desconfiar del juicio de las personas jóvenes. No estamos seguros de que tengan que llorar tanto, o retorcerse, sudar y gritar mientras desahogan miedo.
  5. La opresión de los padres. Los padres, madres y otras personas cuidadoras son un grupo oprimido. Necesitan y merecen apoyo, tanto emocionalmente como en la práctica. Aman a sus hijos, pero se espera, por la sociedad, que opriman a sus hijos. A menudo severamente. Necesitan un movimiento de liberación para poder cuidar eficazmente a sus hijos.

Aquí, algunos posibles temas para minis:

  • ¿Alguien te prestó buena atención cuando eras pequeño?
  • ¿Cómo te castigaban cuando mostrabas tus sentimientos?
  • ¿Cómo paraba tu familia tus desahogos?
  • ¿Cómo era para ti jugar cuando eras pequeña?
  • ¿Cuándo te resulta difícil prestar atención si alguien está desahogando?

 

2ª Clase: Tiempo especial.

El tiempo especial es una poderosa manera de hacerse conscientes de lo que queremos y de intentar cosas nuevas. Como profesor, habla del tiempo especial y haz algunas demostraciones. Pregunta a las personas qué es lo que les gustaría intentar si no estuvieran limitados por el tiempo, las convenciones o el miedo. Pregunta: Dimequé te hubiera gustado hacer de joven (por ejemplo, dibujar, jugar al pilla-pilla); dime algo que siempre te hubiera gustado aprender (por ejemplo, ponerte cabeza abajo, tocar la batería); Dime algo que te asustara (por ejemplo, saltar de una mesa, estar en un sitio cerrado, pedir un servicio personal como un masaje de manos).

Divide la clase por parejas para una mini para lo que puedan querer hacer. Despuésdéjales intercambiar 20 minutos de tiempo especial. (Quizá debas llevar una caja con utensilios artísticos simples y juguetes como pelotas o cuerdas de saltar, para esta clase). Pide a las personas que den tiempo especial a una personas joven antes de la siguiente clase y que hablen sobre ello en la siguiente clase.

 

3ª Clase: Liberación de los padres.

Los padres son oprimidos e internalizan la opresión. A menudo nos criticamos como padres y criticamos a otros padres.

Preguntas para minis:

  • ¿Cuál es tu actitud general respecto a los padres?
  • ¿Cómo fue tu relación con tus padres a diferentes edades?
  • ¿Qué apoyo te ayudaría a hacer este trabajo (crianza) bien?

 

4ª Clase: Nuestros años de adolescencia.

Durante nuestra adolescencia conseguimos estar solos e intentar cosas nuevas emocionantes. Como siempre, la sociedad opresora intenta hacernos adaptarnos a sus irracionalidades. Algunas demostraciones pueden ser útiles para los siguientes temas: las grandes cosas que conseguimos descubrir cuando éramos adolescentes; las veces que fuimos separados de otros por su raza, clase, género, y otras diferencias; cómo fuimos presionados a amoldarnos para ser incluidos en un grupo.


2 respuestas a “TRABAJO DE FAMILIAS

  1. La vida esta llena de sincronias, y justo la semana antes de que saliera publicado este post, yo había empezado a hablar con familias para organizar un grupo en mi ciudad de padres que se junten una vez a la semana o cada dos semanas, para jugar y conectar con nuestros hijos y entre los padres o adultos que deseen formar parte de este grupo.
    La idea sería organizar días con nuestros hijos y días para los adultos. Es decir días en los que los adultos ponen su atención en los niños y días en los que los adultos ponen la atención en los adultos.

    Cuando leí el post, dije, Oscar me ha leído el pensamiento, o yo se lo leí a él.
    Y me parecío muy inspirador.
    Cuando he hablado con las familias ha tenido mucha aceptación, y yo estoy muy ilusionada. Tenemos el local (con suelo de tatami, ideal para jugar a darnos cojinazos por ej), solo falta seguir dando pasos y quizás echar a rodar.

    A medida que se acerca el momento me surjen un montón de dudas.
    Al principio surgío como la necesidad de juntarme con otras familias que quieran jugar y conectar con sus hijos y según iba hablando con familias conocidas a las que sentía les podía interesar, lo proponía como un grupo autogestionado, que cada padre aporte y todos sumamos. Ahora siento más que es importante que alguién lo guíe o lo lidere (abierto a las aportaciones de todos y gestionado por una o dos personas).
    Yo puedo aportar mi experiencia con vosotros en gestión emocional, mis conocimientos de dinamica de la risa para grupos, y mi crecimiento donde estoy ahora, después de mi recorrido (multiples terapias y talleres de diferentes disciplinas aplicadas al crecimiento personal, y al contacto con mi cuerpo, sentimientos, pensamietnos, movimiento, danza, yoga, meditación, etc)
    Lo que ocurre es que iría con mi hijo de casi 4 años, y esto es un handicap para mi, porque de algún modo siento o pienso que o pongo la atención en el grupo o en mi hijo, no se si podría hacerlo simultaneamente en los dos lados. Y si lo pongo en el grupo, mi hijo va a reclamar mi atención. Podría solucionarlo si viene también su padre. Ya que la idea es que mínimo haya un adulto (figura de apego) por niño.
    También me surgen un montón de miedos, porque aunque estoy muy contenta de mi recorrido en el acompañamiento con mi hijo, conexión, juego, tiempo especial, juego escucha, acompañamiento en los desahogos, sesiones, siento que hemos evolucionado mucho, pero aún me veo metiendo la pata, cometiendo errores y con patrones viejos no muy deseables cada día. Entonces cuando me pillo haciendo algo que en el momento siento que es erroneo, una vocecita me dice, como vas a guiar un grupo para jugar con niños, si aún tienes tantas limitaciones con tu hijo.
    También al principio lo había pensado como gratuito, o solo aportar para cubrir los gastos del local y algo que pueda surgir, y ahora siento que quizas es buena idea poner un precio y que haya cierto grado de compromiso por mi parte y por parte de todas las familias con este proyecto.
    En resumen, un monton de dudas y miedos sobre como gestionarlo, sobre si estoy lo suficientemente preparada, y el grado de compromiso mio y de las demas familias. Y un montón de ganas e ilusión y oportunidades de crecer jugando, conectando y compartiendo con otras familias y nuestros hijos.
    Muchas gracias por vuestra labor y apoyo a todas las familias que nos interesa el proyecto emociona.
    Gracias por la inspiración.
    Un abrazo,
    Ana

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    1. Hola Ana, Gracias por pelear por hacer las cosas con pensamiento de otras personas. Esta sociedad nos empuja ha tomar decisiones importantes solas, sin organizar apoyo.
      Tratare de ser lo mas claro posible, y quizás suene duro o mal. Para nada es mi intención y sin duda tienes todo mi cariño y aprecio. Eres una mujer valiente y eso merece mi admiración.

      La entrada que has puesto muestra toda la ilusión que tienes, deseo por hacer las cosas bien, por intentar organizarte como madre y conseguir mas apoyo. Ole, Ole y Ole¡¡¡¡
      Aun así, también desprende confusión y falta de claridad en el proyecto, lo cual puede terminar mal, afectando a la relación con esas familias que tanto te gustan. Para mi este es el mayor peligro que tiene organizar un grupo.
      Te animo a que te tomes tiempo con alguien y trates de fijar objetivos que manejes bien y sepas que el grupo va a poder estar a gusto con ellos.
      Coordinar un grupo de padres y madres, a la vez que les das información, apoyas en los conflictos que sucedan y al mismo tiempo apoyar a tu hijo es… inviable, hasta para la persona mas preparada. Sinceramente, esa combinación no funciona.
      Personalmente creo que para coordinar un grupo de juego se necesita tener una preparación que no tienes. Te he visto jugar en los talleres de familias, donde tienes que atender solo a un niño y he visto como el aislamiento o la falta de recursos te ha invadido. Jugar no es fácil. Ser flexible y no restimularse es prácticamente imposible en esos espacios, hasta para una persona acostumbrada.
      Los grupos de juego son explosivos e impredecibles, quizás los grupos mas difíciles de facilitar… por eso, no te animo a que empieces por ahí. A mi me ha llevado 15 años antes de comprender la mecánica del juego y de lo que hacemos en los talleres de familias, y sinceramente, veo lo falto de recursos que estoy en muchas áreas.
      Para llevar un grupo de estos tienes que tener algo de entrenamiento en ataques (van a hablar de ti y no siempre bien), manejar bien los enfados de la gente, así como las criticas. Tienes que tener clara la teoria y como llevarla a la práctica. Ser capaz de interrumpir situaciones de maltrato con cariño, cercania y firmeza, a la vez que organizas que todas las partes tengan algo de apoyo para trabajar en lo que se este moviendo. Para hacer todo esto necesitas un grupo de apoyo detrás tuyo (yo suelo llevar a todos los talleres mi equipo, incluso cuando hago clases de tres o cuatro horas. Dependiendo de la edad de los niños tendrás que tener claras las políticas en cuanto a la competición, la superación, el aislamiento, las rabietas, la dominación, accidentes, pasividad o hiperactividad de los adultos, escuchar a los adultos asi como a los niños, etc…. vamos,.,,, creo que demasiado para empezar de cero con un grupo.

      Yo te animo a dinamizar algo, pero algo pequeño.

      La propuesta que creo que puede tener mas sentido es la de organizar días de juego especial para tu hijo con otras tres personas adultas que sean de mucha confianza para ti, que te quieran mucho y a las que le guste o quieran aprender del tema.

      Así seréis 4 adultas para un niño. Podréis separaros por parejas (2 con el niño mientras otras dos desahogan, incluso 3).

      Esta propuesta cubrirá los siguiente objetivos:
      – Tener mas apoyo en tu vida y en la de tu hijo.
      – Explorar y experimentar los éxitos y dificultades alrededor del juego escucha con otras adultas.
      – Espacios seguros para desahogar y pensar sobre el proceso que se esta viviendo sin abandonar en ningún momento el proceso del niño.
      – Explorar tus capacidades como facilitadora de un grupo, analizar tus capacidades para atender los conflictos que vivan los adultos que te acompañan, así como tus sentimientos propios de confiar en las formas de hacer de otras personas.

      Cuando hago esta propuesta algunas personas me dicen que seria bueno meter a otro niño o niña para que su hijo tenga un compañero de juego. Esta creencia no es correcta. Niños y niñas necesitan jugar con otro ser humano con ganas de conectar y jugar, flexible, fresco, seguro y que se ponga a su nivel. Si a esto le añades que tenga atención para el jugo un adulto es un perfecto compañero de juego para nuestros niños, especialmente en estos momentos especiales de atención.
      Esta iniciativa te dará experiencia y seguridad. Poco a poco veras si tiene sentido crecer o no.

      Espero que te llegue el cariño con el que te escrito.

      Un abrazo muy fuerte

      Oscar

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